Esta película me gustó bastante porque tiene los elementos perfectos de un cuento de terror. Muchos dicen que no es terror, y por supuesto que lo es. La trama comienza en el pequeño pueblo ficticio de Maybrook, donde 17 niños desaparecen simultáneamente a las 2:17 de la madrugada. Cámaras de seguridad captan el momento en que los menores salen de sus casas con los brazos abiertos, corriendo con una expresión ausente, como si respondieran a una fuerza invisible.
El género de terror o gótico en la literatura es un género que nace de la fantasía; si lo piensas, es muy lógico, porque se dice que la fantasía incluye cosas que jamás serán reales, como las hadas, los duendes, etc. En el caso del género gótico, que comenzó en Inglaterra a finales del siglo XVIII, está estrechamente relacionado con el terror y cosas irreales. Se caracteriza por combinar elementos de ficción (recuerda que todo es ficción, son cosas creadas e inventadas) y horror (que busca provocar en los lectores miedo intenso o repulsión), generalmente ambientados en escenarios oscuros, decadentes y ruinosos, como castillos, criptas o paisajes sombríos. Así fue como empezó. Este género surgió como una reacción contra el racionalismo de la Ilustración y buscaba indagar en lo sobrenatural y lo oculto como ideas de fantasmas, vampiros y cosas que no son reales por eso nace de la fantasía.
La narrativa gótica suele presentar una atmósfera claustrofóbica con temas recurrentes como la persecución, el encarcelamiento, la venganza, asesinatos y fenómenos sobrenaturales. Incluye además un estilo descriptivo intenso para crear una realidad envolvente. Recuerda que muchas historias mezclan diferentes géneros, pero siempre hay uno que pesa más que los demás; por eso se identifican como terror, ciencia ficción, etc. Tradicionalmente, la arquitectura gótica presentaba castillos medievales, monasterios en ruinas, con un ambiente de tormentas y oscuridad, elementos comunes en estas historias.
A lo largo de los siglos, la narrativa gótica ha evolucionado y se ha integrado en la literatura de terror moderna, manteniendo elementos de misterio, lo fantástico y lo terrorífico. También es común que haya evolucionado a un horror psicológico o social.
Autores clásicos relevantes incluyen a Horace Walpole, Ann Radcliffe, Mary Shelley, Edgar Allan Poe, y Bram Stoker, entre otros. La literatura gótica es, además, la raíz de muchos subgéneros del terror contemporáneo y sigue vigente en obras actuales.
Es un cuento de brujas perfecto que mantiene esos elementos clásicos, por ejemplo: quieren vivir para siempre y, para eso, necesitan comerse a los niños, ya sea para mantenerse jóvenes o con vida. La bruja generalmente practica la magia a través de un pacto con un demonio, manipula el clima, vuela y se transforma en animal. Tiene animales como gatos negros, cuervos, sapos, arañas y búhos que la acompañan o le sirven de ayuda. Hay diferentes tipos de brujas, como las europeas, que tienen aquelarres y utilizan calderos. Se representan en algunos lugares como feas y viejas, y en otros como jóvenes bellas y seductoras.
Si no has escuchado hablar de ella, date un chapuzón en el libro Monstruos mexicanos de la autora Carmen Leñero. Ella describe de manera perfecta lo que es ser una bruja mexicana, que, para mí, son más aterradoras que las demás.
Descripción
Origen:
Totonaca.
Nombre:
Bolas de fuego, o simplemente Brujas, Aichipopos, que quiere decir en náhuatl: “doncellas”.
Apodos:
Pájaros maléficos. Mujeres-guajolote.
Parentela:
Descendientes de la maga azteca Mometzcopinqui y del mago Tlacatecólotl; ahijadas del dios Tezcatlipoca y primas de todas las brujas que han existido, tanto en América como en Europa.
Sexo:
Femenino.
Edad:
Cinco siglos, pero apenas desde el siglo xx han sido vistas como “Bolas de fuego”.
Domicilio:
Surcan el cielo, saltan de cerro en cerro y acechan sobre los tejados en muchas zonas del país.
Señas particulares:
En su forma original son mujeres (jóvenes y hermosas, o ancianas y horribles), pero se aparecen como inmensas aves negras o como bolas
de lumbre que caen del cielo, igual que los meteoritos. Tienen patas de guajolote, pico puntiagudo y una lengua larguísima para chupar la sangre de los recién nacidos. Sus ojos son rojos y llameantes. Poseen corazón de agua. Son farsantes, pues tienen doble personalidad. Son fogosas, exhibicionistas, escurridizas y vengativas.
Misión:
Actuar como asistentes personales del Diablo, secuestrando almas para el infierno y engañando a los hombres. Tienen el poder de metamorfosearse en ave, bola de fuego o bellísima mujer, así como de hacer maleficios y de colarse por cualquier sitio como el humo.
Antídoto:
Colocar en casa crucifijos, palanganas de agua, espejos y objetos al
revés. Quemar las partes del cuerpo que se quitaron para transformarse. Lazarlas cuando son “Bolas de fuego”. O conjurarlas, rezando con palabras pronunciadas de atrás para adelante.
(Fuente: Monstruos Mexicanos, Carmen Leñero)
Si estás esperando que esta historia tenga una explicación, es como si quisieras que existiera una justificación para un mundo mágico cuando no la hay. Este es un cuento de terror de esos que te narraban tus tíos en la noche y te dejaban asustada y aterrada. Eso fue lo que me llamó la atención de esta película.
Imagínate que tienes 10 años y llega a tu casa tu tía abuela, que nunca habías visto, solo habías escuchado su nombre, y de pronto tu vida cambia por completo al darte cuenta de que es una bruja y ha embrujado a tus padres. Lo que más terror causa en esta cinta es que todos los que están embrujados jamás regresarán a la normalidad, y eso es escalofriante.
La historia se narra desde diferentes puntos de vista:
Cada punto de vista va revelando el secreto de esta historia , vas descubriendo a través de ellos un secreto y otro y otro, hasta llegar al final; porque un buen cuento siempre tiene un final sorprendente, y ¡claro que sorprende! De hecho, cuando alguien ataca abruptamente a la profesora, parecen zombies, pero no es así; eso fue lo que me gustó de esta película: cada paso te impacta cuando menos lo esperas.
Los personajes me llamaron la atención porque todos piensan en sí mismos; son personas con problemas muy profundos, centrados en sus propios miedos y motivaciones, y solo piensan en sobrevivir ante sus demonios personales. El final es increíble, me gustó lo que le sucede a la bruja, me gustó cómo terminan los personajes, en una completa... ¿Tendrás que averiguarlo?
El director Zach Cregger se inspiró y motivó por una experiencia personal muy dolorosa para él: la muerte súbita y trágica de un amigo muy cercano, Trevor Moore. Cregger usó la creación de la película como una herramienta terapéutica para procesar su duelo y canalizar el dolor que sentía, sin intención comercial al inicio, sino para liberar sus emociones. Algunas partes del guion son autobiográficas y reflejan experiencias vividas por el director, como la dinámica familiar en la que el niño se convierte en cuidador de los padres afectados, representado en la historia de Alex y su tía Gladys.
Cregger describió la película como una historia "increíblemente personal" y confesó que el procesocreativo fue una catarsis para su enfrentamiento con la pérdida. La narrativa y el tono de la película combinan horror, comedia y tragedia, haciendo que el filme sea a la vez perturbador y conmovedor. Este trasfondo emocional añade una dimensión única que va más allá del típico thriller de terror, transformando la película en una expresión artística sobre el duelo y la pérdida. También confesó haber investigado acerca de las desapariciones de los niños de ese lugar, casos que jamás fueron resueltos ni encontrados. Por eso la historia se siente tan verosímil dentro de su mundo.
En conclusión
Weapons (La hora de la desaparición) de Zach Cregger es una película que se destaca por su narrativa fragmentada y multiperspectiva. A diferencia de otros thrillers de terror, no se basa en sustos repentinos, sino en construir una atmósfera de tensión creciente que refleja el caos emocional y social de la comunidad afectada. Y, por si fuera poco, su musa directa es el cuento del Flautista de Hamelín, una visión acerca de la manipulación, el control y las heridas invisibles que dejan trauma.
Esta película me gustó bastante porque tiene los elementos perfectos de un cuento de terror. Muchos dicen que no es terror, y por supuesto que lo es. La trama comienza en el pequeño pueblo ficticio de Maybrook, donde 17 niños desaparecen simultáneamente a las 2:17 de la madrugada. Cámaras de seguridad captan el momento en que los menores salen de sus casas con los brazos abiertos, corriendo con una expresión ausente, como si respondieran a una fuerza invisible.
El género de terror o gótico en la literatura es un género que nace de la fantasía; si lo piensas, es muy lógico, porque se dice que la fantasía incluye cosas que jamás serán reales, como las hadas, los duendes, etc. En el caso del género gótico, que comenzó en Inglaterra a finales del siglo XVIII, está estrechamente relacionado con el terror y cosas irreales. Se caracteriza por combinar elementos de ficción (recuerda que todo es ficción, son cosas creadas e inventadas) y horror (que busca provocar en los lectores miedo intenso o repulsión), generalmente ambientados en escenarios oscuros, decadentes y ruinosos, como castillos, criptas o paisajes sombríos. Así fue como empezó. Este género surgió como una reacción contra el racionalismo de la Ilustración y buscaba indagar en lo sobrenatural y lo oculto como ideas de fantasmas, vampiros y cosas que no son reales por eso nace de la fantasía.
La narrativa gótica suele presentar una atmósfera claustrofóbica con temas recurrentes como la persecución, el encarcelamiento, la venganza, asesinatos y fenómenos sobrenaturales. Incluye además un estilo descriptivo intenso para crear una realidad envolvente. Recuerda que muchas historias mezclan diferentes géneros, pero siempre hay uno que pesa más que los demás; por eso se identifican como terror, ciencia ficción, etc. Tradicionalmente, la arquitectura gótica presentaba castillos medievales, monasterios en ruinas, con un ambiente de tormentas y oscuridad, elementos comunes en estas historias.
A lo largo de los siglos, la narrativa gótica ha evolucionado y se ha integrado en la literatura de terror moderna, manteniendo elementos de misterio, lo fantástico y lo terrorífico. También es común que haya evolucionado a un horror psicológico o social.
Autores clásicos relevantes incluyen a Horace Walpole, Ann Radcliffe, Mary Shelley, Edgar Allan Poe, y Bram Stoker, entre otros. La literatura gótica es, además, la raíz de muchos subgéneros del terror contemporáneo y sigue vigente en obras actuales.
Es un cuento de brujas perfecto que mantiene esos elementos clásicos, por ejemplo: quieren vivir para siempre y, para eso, necesitan comerse a los niños, ya sea para mantenerse jóvenes o con vida. La bruja generalmente practica la magia a través de un pacto con un demonio, manipula el clima, vuela y se transforma en animal. Tiene animales como gatos negros, cuervos, sapos, arañas y búhos que la acompañan o le sirven de ayuda. Hay diferentes tipos de brujas, como las europeas, que tienen aquelarres y utilizan calderos. Se representan en algunos lugares como feas y viejas, y en otros como jóvenes bellas y seductoras.
Si no has escuchado hablar de ella, date un chapuzón en el libro Monstruos mexicanos de la autora Carmen Leñero. Ella describe de manera perfecta lo que es ser una bruja mexicana, que, para mí, son más aterradoras que las demás.
Descripción
Origen:
Totonaca.
Nombre:
Bolas de fuego, o simplemente Brujas, Aichipopos, que quiere decir en náhuatl: “doncellas”.
Apodos:
Pájaros maléficos. Mujeres-guajolote.
Parentela:
Descendientes de la maga azteca Mometzcopinqui y del mago Tlacatecólotl; ahijadas del dios Tezcatlipoca y primas de todas las brujas que han existido, tanto en América como en Europa.
Sexo:
Femenino.
Edad:
Cinco siglos, pero apenas desde el siglo xx han sido vistas como “Bolas de fuego”.
Domicilio:
Surcan el cielo, saltan de cerro en cerro y acechan sobre los tejados en muchas zonas del país.
Señas particulares:
En su forma original son mujeres (jóvenes y hermosas, o ancianas y horribles), pero se aparecen como inmensas aves negras o como bolas
de lumbre que caen del cielo, igual que los meteoritos. Tienen patas de guajolote, pico puntiagudo y una lengua larguísima para chupar la sangre de los recién nacidos. Sus ojos son rojos y llameantes. Poseen corazón de agua. Son farsantes, pues tienen doble personalidad. Son fogosas, exhibicionistas, escurridizas y vengativas.
Misión:
Actuar como asistentes personales del Diablo, secuestrando almas para el infierno y engañando a los hombres. Tienen el poder de metamorfosearse en ave, bola de fuego o bellísima mujer, así como de hacer maleficios y de colarse por cualquier sitio como el humo.
Antídoto:
Colocar en casa crucifijos, palanganas de agua, espejos y objetos al
revés. Quemar las partes del cuerpo que se quitaron para transformarse. Lazarlas cuando son “Bolas de fuego”. O conjurarlas, rezando con palabras pronunciadas de atrás para adelante.
(Fuente: Monstruos Mexicanos, Carmen Leñero)
Si estás esperando que esta historia tenga una explicación, es como si quisieras que existiera una justificación para un mundo mágico cuando no la hay. Este es un cuento de terror de esos que te narraban tus tíos en la noche y te dejaban asustada y aterrada. Eso fue lo que me llamó la atención de esta película.
Imagínate que tienes 10 años y llega a tu casa tu tía abuela, que nunca habías visto, solo habías escuchado su nombre, y de pronto tu vida cambia por completo al darte cuenta de que es una bruja y ha embrujado a tus padres. Lo que más terror causa en esta cinta es que todos los que están embrujados jamás regresarán a la normalidad, y eso es escalofriante.
La historia se narra desde diferentes puntos de vista:
Cada punto de vista va revelando el secreto de esta historia , vas descubriendo a través de ellos un secreto y otro y otro, hasta llegar al final; porque un buen cuento siempre tiene un final sorprendente, y ¡claro que sorprende! De hecho, cuando alguien ataca abruptamente a la profesora, parecen zombies, pero no es así; eso fue lo que me gustó de esta película: cada paso te impacta cuando menos lo esperas.
Los personajes me llamaron la atención porque todos piensan en sí mismos; son personas con problemas muy profundos, centrados en sus propios miedos y motivaciones, y solo piensan en sobrevivir ante sus demonios personales. El final es increíble, me gustó lo que le sucede a la bruja, me gustó cómo terminan los personajes, en una completa... ¿Tendrás que averiguarlo?
El director Zach Cregger se inspiró y motivó por una experiencia personal muy dolorosa para él: la muerte súbita y trágica de un amigo muy cercano, Trevor Moore. Cregger usó la creación de la película como una herramienta terapéutica para procesar su duelo y canalizar el dolor que sentía, sin intención comercial al inicio, sino para liberar sus emociones. Algunas partes del guion son autobiográficas y reflejan experiencias vividas por el director, como la dinámica familiar en la que el niño se convierte en cuidador de los padres afectados, representado en la historia de Alex y su tía Gladys.
Cregger describió la película como una historia "increíblemente personal" y confesó que el procesocreativo fue una catarsis para su enfrentamiento con la pérdida. La narrativa y el tono de la película combinan horror, comedia y tragedia, haciendo que el filme sea a la vez perturbador y conmovedor. Este trasfondo emocional añade una dimensión única que va más allá del típico thriller de terror, transformando la película en una expresión artística sobre el duelo y la pérdida. También confesó haber investigado acerca de las desapariciones de los niños de ese lugar, casos que jamás fueron resueltos ni encontrados. Por eso la historia se siente tan verosímil dentro de su mundo.
En conclusión
Weapons (La hora de la desaparición) de Zach Cregger es una película que se destaca por su narrativa fragmentada y multiperspectiva. A diferencia de otros thrillers de terror, no se basa en sustos repentinos, sino en construir una atmósfera de tensión creciente que refleja el caos emocional y social de la comunidad afectada. Y, por si fuera poco, su musa directa es el cuento del Flautista de Hamelín, una visión acerca de la manipulación, el control y las heridas invisibles que dejan trauma.
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