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foto kiki la aprendiz de bruja
"Cada uno tenemos que encontrar nuestra propia inspiración... y a veces no es nada fácil." - Kiki, la aprendiza de bruja (1989)
Rebeca Laureano Palma (Beka)
Todos los derechos reservados.
Cuernavaca, Morelos, México. 2024.

El mito de escribir solo y sin ayuda

A mí me pasa esto, de repente no salgo de mi cueva.

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A mí me pasa esto, de repente no salgo de mi cueva. A veces creo que si me encierro terminaré antes. Lo confundo con disciplina pero muchas veces sucede que las ideas no fluyen. Me quedó horas y horas tratando de resolver y avanzo una página, cuando quisiera avanzar dos o tres.

Lo que me sirve a mí

Lo que me ha servido a mí es platicar mis ideas y la trama se va resolviendo mientras cuento la historia. Me recuerda mucho cuando jugaba de niña, contaba una historia, las cosas nacían espontáneamente, creo que era porque tenía a todos los niños sentados y a la expectativa del final. Entonces aplico esta técnica, a mí me funciona.

Hay otras cosas que pueden funcionar como:

  • Talleres literarios en donde puedas leer tus historias, compártelas. Las personas que están ahí pueden dar una perspectiva nueva y diferente o una idea que te ayude a avanzar.
  • Toma un café, relájate. Muchas veces sucede que cuando estas más tranquilo las ideas fluyen, resolviendo cosas de tu historia.
  • Comparte tu texto con un buen amigo. Yo lo que hago es compartirlo con mi sobrino, ya que Álister es una historia para chavos. Si él me dice que le ha gustado voy en el camino correcto.
  • Un amigo escritor que de verdad quiera leer. La neta, a mí esto me funciona muy poco, ya que todos están en su mundo. Cuando lo he compartido no lo leen. Pero puedes intentar.
  • Las redes sociales nos sirven de ayuda. Comparte tu primer capítulo, pregunta si los diálogos tienen sentido. Puedes regalar tu primera historia al mundo y decir que te dejen su opinión. ¿Miedo?… claro que sí. A ti y a mí nos da miedo, pero que carajos a alguien le va a gustar, a alguien no y alguien te dará una buena retroalimentación. Tienes que estar atento porque si la mayoría opina algo sobre tu texto quiere decir que están en lo correcto. ¡No te cierres! cámbialo y a lo que sigue.
  • Si tienes un amigo que conoce a un editor, suelta tu historia y más si está dispuesto a leer. Hay que agradecer a las personas que desean leer tu texto. Si son especialistas de historias, ¡que mejor!, te ayudará. La realidad es que todas las historias se modifican nunca quedan igual.

Solución

Si con esto no sabes cómo pedir ayuda puedes leer “El arte de pedir ayuda” de Amanda Palmer. Hay que utilizar todo lo que tengamos para que nuestra historia funcione y seguir aprendiendo de aquellas personas que nos quieran echar una manita.

El mito de escribir solo y sin ayuda

A mí me pasa esto, de repente no salgo de mi cueva.
Beka Laureano
-
Escritura Creativa
Publicado:
Apr 19, 2019

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A mí me pasa esto, de repente no salgo de mi cueva. A veces creo que si me encierro terminaré antes. Lo confundo con disciplina pero muchas veces sucede que las ideas no fluyen. Me quedó horas y horas tratando de resolver y avanzo una página, cuando quisiera avanzar dos o tres.

Lo que me sirve a mí

Lo que me ha servido a mí es platicar mis ideas y la trama se va resolviendo mientras cuento la historia. Me recuerda mucho cuando jugaba de niña, contaba una historia, las cosas nacían espontáneamente, creo que era porque tenía a todos los niños sentados y a la expectativa del final. Entonces aplico esta técnica, a mí me funciona.

Hay otras cosas que pueden funcionar como:

  • Talleres literarios en donde puedas leer tus historias, compártelas. Las personas que están ahí pueden dar una perspectiva nueva y diferente o una idea que te ayude a avanzar.
  • Toma un café, relájate. Muchas veces sucede que cuando estas más tranquilo las ideas fluyen, resolviendo cosas de tu historia.
  • Comparte tu texto con un buen amigo. Yo lo que hago es compartirlo con mi sobrino, ya que Álister es una historia para chavos. Si él me dice que le ha gustado voy en el camino correcto.
  • Un amigo escritor que de verdad quiera leer. La neta, a mí esto me funciona muy poco, ya que todos están en su mundo. Cuando lo he compartido no lo leen. Pero puedes intentar.
  • Las redes sociales nos sirven de ayuda. Comparte tu primer capítulo, pregunta si los diálogos tienen sentido. Puedes regalar tu primera historia al mundo y decir que te dejen su opinión. ¿Miedo?… claro que sí. A ti y a mí nos da miedo, pero que carajos a alguien le va a gustar, a alguien no y alguien te dará una buena retroalimentación. Tienes que estar atento porque si la mayoría opina algo sobre tu texto quiere decir que están en lo correcto. ¡No te cierres! cámbialo y a lo que sigue.
  • Si tienes un amigo que conoce a un editor, suelta tu historia y más si está dispuesto a leer. Hay que agradecer a las personas que desean leer tu texto. Si son especialistas de historias, ¡que mejor!, te ayudará. La realidad es que todas las historias se modifican nunca quedan igual.

Solución

Si con esto no sabes cómo pedir ayuda puedes leer “El arte de pedir ayuda” de Amanda Palmer. Hay que utilizar todo lo que tengamos para que nuestra historia funcione y seguir aprendiendo de aquellas personas que nos quieran echar una manita.

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